El hígado tiene muchas funciones importantes en
nuestro cuerpo, puesto que está conectado a todas las partes del organismo. Es como
un gran laboratorio programado para
alimentar a todas las células de nuestro
organismo, que está compuesto, entre 60 y 100 trillones de ellas.
Para que estas células sean alimentadas, el hígado
está encargado de una parte importante de la digestión. (Desinfecta procesa y
suministra gran cantidad de nutrientes a todo el cuerpo), esto le hace el
principal órgano responsable de distribuir y mantener las necesidades básicas
del organismo.
Para que todo esto suceda de manera correcta, el hígado
fabrica 1 litro y cuarto diario de bilis, que utiliza para desinfectar y
procesar los alimentos, mecanismo que se activa en momentos determinados de la
digestión, y recibe 1 litro y medio de
sangre por minuto, donde reabsorbe nutrientes y los distribuye a través de la
sangre a las células.
Son diferentes las causas que ocasionan cálculos
biliares desajustando notablemente el funcionamiento de nuestro organismo, la
incapacidad del hígado en procesar y nutrir correctamente, genera en la sangre
un alto grado de toxicidad provocando un
rompimiento en el delicado equilibrio del cuerpo llamado HOMEOSTASIS, y un mal
funcionamiento en todo el sistema y órganos.
La mala alimentación, el exceso de carnes, carbo-hidratos,
comidas precocinadas, comer a menudo en restaurantes, el exceso de alcohol y
bebidas muy gaseosas o con muchos azúcares y además una dieta pobre en
vegetales y hortalizas, frutas y fibra, son la principal causa de cálculos
biliares, ocasionando problemas psicosomáticos difíciles de identificar como un
mal funcionamiento hepático.
Los síntomas que pueden indicar la presencia de
cálculos, suelen ser desde comunes a más complejos. Dolores musculares y
articulares, cansancio crónico, exceso de peso, debilidad, cuello rígido,
fuertes dolores de espalda y hombros, extremidades frías, adormecimiento de
piernas desequilibrios hormonales, problemas de visión, ojos y piel amarillos,
manchas de hígado y un largo etc.
La limpieza del hígado y la vesícula biliar, ayuda
al organismo a eliminar gran parte de restos tóxicos acumulados tanto en el hígado como en el
intestino grueso,(las limpiezas
intestinales en este proceso, son imprescindibles). Esto provoca una mejoría de nuestro sistema
basal (HOMEOSTASIS) y la capacidad de organismo de auto-curarse de manera casi
milagrosa… Durante los 5-6 años de
experiencia en el centro, he comprobado que ha sido una experiencia “increíble”
para muchas personas.
NO SON LOS AÑOS, SI NO EL ESTILO DE VIDA Y LA ALIMENTACIÓN LA QUE DETERMINA LA EDAD DE NUESTRO ORGANISMO.
NO SON LOS AÑOS, SI NO EL ESTILO DE VIDA Y LA ALIMENTACIÓN LA QUE DETERMINA LA EDAD DE NUESTRO ORGANISMO.
Está claro que es una mejoría importante para el resto del organismo, puesto que un gran número de
personas, ya han probado los beneficios de este proceso, con muy buenos
resultados. Cada vez son más los que se interesan por este procedimiento y
basándose en el libro de Andreas Moritz
( LA LIMPIEZA HEPATICA Y DE LA VESÍCULA BILIAR” publicado por Ediciones
Obelisco), siguen las instrucciones correctamente, mejorando su estado general.
El libro da una amplia información e instrucciones
necesarias para que cada individuo pueda expulsar las piedras del hígado y la
vesícula biliar en su propia casa de manera sencilla y natural, sin necesidad
de intervención quirúrgica.Para entender la importancia que conlleva la
limpieza hepática, es necesario leer el
libro en su totalidad, para comprender su finalidad y todo su proceso. No
se aconseja dejar las limpiezas a medias, con el tiempo, los cálculos
estancados tanto en los conductos biliares como en el intestino, pueden
ocasionar problemas innecesarios que se deben evitar.
Artículo de Ana Montellano, publicado en www.sanamente.net